Los efectos positivos para el bienestar al consumir tomate tanto crudo como cocido

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El tomate es un alimento versátil en la cocina, ya sea en ensaladas, salsas, asados o sopas. Es económico y fácil de conseguir, lo que nos permite disfrutar de sus beneficios para la salud tanto crudo como cocido.

Botánicamente, aunque lo consideramos una hortaliza, el tomate es una fruta. Existen alrededor de 10,000 variedades de tomates, pero el rojo es el más común y nutricionalmente interesante debido a los polifenoles y carotenoides que le dan su color.

Estos compuestos bioactivos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso para la salud cardiovascular. El tomate es rico en potasio, que está asociado con un menor riesgo de accidentes cerebrovasculares y enfermedades coronarias.

El licopeno es un compuesto presente en el tomate que también tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios, y puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Triturar o cocinar el tomate puede mejorar la absorción de licopeno, y al combinarse con aceite de oliva, sus compuestos se asimilan mejor.

Además de cuidar la salud cardiovascular, el tomate puede mantener la salud ocular y tener un efecto protector contra la degeneración macular y otras enfermedades visuales. También se ha asociado con una menor carga esclerótica en personas con diabetes, reduciendo su riesgo cardiovascular.

Para obtener sus beneficios, se recomienda consumir al menos 80 gramos de tomate al día, lo que equivale a un tomate tradicional o siete tomates cherry. Conservar la piel del tomate puede ayudar a obtener un mayor beneficio de sus carotenoides.