¿Es cierto que la durabilidad de un disco duro es superior a la de un SSD?

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La cuestión sobre la durabilidad de un disco duro en comparación con un SSD es algo que suele surgir al considerar la compra de un dispositivo de almacenamiento. Aunque es conocido que un SSD es más rápido y resulta atractivo para alojar el sistema operativo, surge la pregunta sobre si la vida útil de un SSD es tan extensa como la de un disco duro, o si existe la posibilidad de que falle antes de lo previsto, lo que requeriría su reemplazo.

Desde sus inicios, ha habido cuestionamientos acerca de la longevidad de las unidades SSD. Aunque los discos duros mecánicos tradicionales no son eternos, en parte debido al desgaste generado por sus partes móviles, la duración de los SSD ha sido motivo de inquietud debido a su vida útil determinada por la cantidad de escrituras en sus celdas de memoria.

Ahora bien, ¿cuál es la vida útil real de un SSD? La principal diferencia con un disco duro radica en que los SSD tienen una vida útil que se define por la cantidad de datos y veces que se escriben en ellos. Llega un punto en el cual quedan únicamente en modo de lectura. Para ilustrarlo, se puede comparar con un lápiz: puedes escribir y borrar, pero cuando se agota la mina, solo puedes ver lo que quedó en el papel, pero no añadir más.

Inicialmente, los discos duros parecían tener ventaja en este aspecto, ya que no tenían esta limitación, al menos no de manera tan evidente. No obstante, con el tiempo, los SSD han avanzado hasta tal punto que esta limitación se ha vuelto casi insignificante en comparación con los HDD.

Por ejemplo, los primeros SSD tenían una desventaja clara en términos de vida útil debido a la limitación de escritura. Sin embargo, si se compara con un modelo moderno como el Samsung 970 EVO, que tiene 300 TBW en su versión de 500 GB, se puede escribir un volumen de datos que sería aproximadamente 600 veces su capacidad. Esto es algo que un usuario común difícilmente alcanzaría.

Este avance se refleja también en la MTBF (tiempo promedio antes de la falla), que en este caso es de alrededor de 1.5 millones de horas para el Samsung 970 EVO. Esto significa que la probabilidad de que un SSD falle por sí mismo es menor que la de otros errores o impactos. La durabilidad de los SSD modernos es notablemente mayor que la de sus predecesores y, por consiguiente, son una elección más sólida en comparación con los HDD, siempre y cuando se consideren estos datos y se evite adquirir las primeras generaciones de SSD que tenían limitaciones más evidentes.

Otro parámetro relevante es el número de ciclos de escritura/borrado (P/E), que puede variar ampliamente entre 500 y 100,000. Por esta razón, se subraya nuevamente la importancia de los SSD actuales en contraste con los modelos antiguos.

La única diferencia notoria en la actualidad sigue siendo la capacidad de almacenamiento, ya que los HDD ofrecen mayor capacidad a un precio más bajo. Si la velocidad no es un factor crítico y se necesita una gran cantidad de espacio, la elección podría ser un disco duro. Sin embargo, en términos de durabilidad y resistencia, actualmente no hay diferencias significativas entre ambos tipos, y ambos deberían durar indefinidamente con un uso medio.